España, un poco más corrupta. (¿Lo habíais notado?).

8 de diciembre de 2011

Fuente:  Público, citando a Transparencia Internacional en su informe sobre el índice de percepción de corrupción de 2011.

El titular de los periódicos ha sido que España ha bajado un puesto en el ránking y que sólo 49 de 183 países aprueban dicho índice.   Podríamos considerar que la corrupción es algo sistémico.  Esto es bastante penoso, pero un repaso más pormenorizado de los datos, aún de los buenos, también nos deja preocupados:

  • Sólo 6 países están por encima del 9 (la nota máxima positiva es un 10):  Nueva Zelanda, Dinamarca, Finlandia, Suecia, Singapur y Noruega.
  • Sólo otros 9 países están por encima del 8:  Australia, Suiza, Canadá, Luxemburgo, Hong Kong, Islandia, Alemania y Japón.
  • España sólo tiene una nota de 6’2 y está en el puesto 31.  La nota nos parece muy escasa para un país con nuestro nivel de desarrollo y con nuestras supuestamente envidiables libertades y nivel de vida.  Sin embargo, bien pensado, nuestra nota podría ser excesiva si recordamos que periódicos, radios y televisiones, abren cada día sus noticiarios con constantes casos de corrupción.  Ciertamente el puesto de España es el 31 de 183, se nos podría clasificar en el pelotón de cabeza, pero nuestra nota es baja, más cercana al suspenso que a la excelencia.
  • Los países de relumbrón de nuestro entorno no tienen unas notas excelentes:  Reino Unido (7’8),  Estados Unidos (7’1), Francia (7).  Parece que el Primer Mundo tampoco se libra de ciertos niveles de corrupción.
  • Llama mucho la atención el caso de Italia (3’9), muy cercano al de muchos países del Magreb que han sufrido revueltas y derrocamientos de sus gobiernos.  Entre otras cosas por las cotas de corrupción inaceptables para la población.  ¿Debería aplicarse Italia el dicho de que cuando las barbas de tu vecino veas cortar, …?
  • Otros países que suelen marcar la agenda internacional tienen las siguientes calificaciones:  Israel (5’8), Kuwait (4’6), Arabia Saudí (4’4), Cuba (4’2), Sudáfrica (4’1), Brasil (3’8), China (3’6), Colombia, Grecia y Marruecos (3’4), India (3’1), Argentina y Méjico (3), Argelia y Egipto (2’9), Irán (2’7), Pakistán (2’5), Rusia (2’4), Libia (2), Irak (1’8).
  • Nos ha sorprendido no encontrar a el Vaticano en la lista.  No sabemos qué pensar.  Quizá es porque son incorruptibles por decisión divina o quizá es porque han comprado el silencio de los que hacen el índice.
  • 16 países no superan el 2 y dos países, Corea del Norte y Somalia, sólo llegan al 1.

Cuando al principio del artículo decíamos que la corrupción parece algo sistémico nos referíamos a los colores de este cuadro:

Imagen de Transparencia Internacional

Parece que la mayor parte de la población mundial vive en sistemas políticos, económicos, sociales y culturales que priman la corrupción.  La corrupción no es una anécdota, ni un dato más, es algo realmente definitorio de nuestra forma de organización.  Parece que la mayor parte de la humanidad no puede vivir sin corromper o ser corrompido.  De esta manera es muy difícil que funcionen las cosas, que las políticas de cooperación puedan llegar a buen término, que predomine la justicia y la transparencia.  ¿Cuánta gente sufrirá diariamente la vulneración de sus derechos humanos, políticos y sociales por causa de la corrupción?

¿Qué pensarán las ongs de esta situación?  ¿Es posible hacer cooperación para el desarrollo, para la promoción del medio ambiente, la salud?  Parece que lo primero que hay que lograr es que la cooperación pueda llegar a los necesitados y no que se quede por el camino o en las arcas de los oligarcas de turno.  Deberían la Unión Europea y España hacer programas de cooperación para lograr la transparencia y la no corrupción fuera de nuestras fronteras, como medida primaria para que el resto de la cooperación pudiese dar sus frutos.

Pero, claro, ¿qué vamos a pedir a los demás, si nosotros no damos ejemplo? Por nuestra parte, es sonrojante el mapa de la corrupción de los partidos políticos en el cual no se ve el terreno patrio oculto tras las banderolas de los partidos con casos de corrupción.  Parece ser que las movilizaciones del 15M tenía toda la razón al poner a la corrupción en la picota con sus lemas como «no hay pan para tanto chorizo». Y en reclamar que no se les vote.  Más información se puede encontrar en el wiki:  «Corruptómetro de NoLesVotes«.

¿Cómo se podría mejorar la transparencia y luchar contra la corrupción?  Transparencia Internacional nos ofrece un Decálogo de transparencia e integridad en el que se incluyen, entre otras, las siguientes propuestas:

  1. Tramitación urgente de una ley de transparencia y acceso público a la información.
  2. Creación de un portal nacional de transparencia pública,
  3. Exclusión de las listas electorales de los procesados por corrupción.
  4. Reforma de la legislación electoral para desbloquear las listas cerradas que presentan los partidos políticos.
  5. Compromiso de los cargos públicos electos de formular y hacer pública su declaración de bienes e intereses

Ninguna de estas ideas es irrealizable, antes bien, no deberíamos dejar que pasase otra legislatura sin que los partidos políticos, en pleno, se comprometiesen a ellas.

Además, si nos atenemos a las cuestiones de Defensa y a las alternativas noviolentas, es necesario decir que cuando hablamos de qué queremos defender es necesario incluir estas medidas contra la corrupción como uno de los aspectos que nos harán avanzar en el concepto de Seguridad Humana y hacia un Desarrollo Humano.  Sin ellas la gente no podrá tener un desarrollo vital con verdadera calidad.  Hemos de ser conscientes que si la corrupción es sistémica será posible atribuirle una cuota parte de la responsabilidad de los conflictos internacionales, además de una cuota parte de la violencia directa, estructural, económica y cultural, las cuales son cogeneradoras de una gran parte de las guerras.